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La restauración del significado primigenio sagrado de la poesía
aquélla (tad anukrti) (Sankhayana Aranyaka VIII ,9
Debemos hacer lo que los dioses hicieron al principio (Sataphata
Brahmana).
La perfección corresponde en Platón a la analogía verdadera
o adequatio y en Santo Tomas a integritas. El modelo arquetípico
platónico equivale a natura naturans. Por obra de la perfección, es
decir, mediante un simbolismo adecuado, es posible despertar la
reminiscencia del arquetipo aludido. El simbolismo adecuado puede
definirse como “la representación exacta de una realidad en un plano
determinado, mediante una realidad correspondiente a aquélla en
otro plano”. Existen realidades análogas a diversos niveles de
referencia; o, expresado en otros términos; el mundo es una teofanía
explícita, la tierra es un reflejo del cielo; lo que está arriba es análogo
a lo que está abajo.
El simbolismo espiritual no es de origen humano. Es erróneo atribuir
a un poder de imaginación poética de origen individual los símbolos
espirituales y los términos técnicos de un lenguaje que es por
completo independiente de las confusiones idiomáticas y que no
pertenece a ninguna época ni lugar determinado.
El simbolismo adecuado o perfección es una condición para el
reconocimiento de los arquetipos, de lo transcendente y universal. La
doctrina medieval de la belleza se propone como objetivo
fundamental la comprensión de lo absoluto y transcendente. Belleza
y conocimiento son inseparables, dice Santo Tomás.
La concepción moderna de la obra poética o de arte como mera
superficie estética sin correspondencia transcendente se contrapone
