Page 44 - Revista Amanecer Online AGO/SEP 2022

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hecho de los “pattern” básicos son inconscientes, presentan una
finalidad acentuadamente inteligente. El organismo parece poseer
una “sabiduría” sobre su acción y objetivo, procede hacia su finalidad
orientado por una visión espontánea que deviene de una fuente
profundamente inconsciente. Esta visón, aparente intencional, indica
el sentido de cada “ pattern” pues en el nivel psicoide de la
naturaleza, donde no están aún diferenciados la consciencia y el
inconsciente, el objetivo y los actos necesarios para alcanzarlo
conforman todavía una sola cosa unitaria.
Todo patrón de conducta instintivo involucra una tendencia más o
menos compleja en sí, pues las últimas etapas de la línea de una
acción vital completa se hallan implícitas en los primeros pasos,
como en una acción circular. La acción de un ave al empollar el
nuevo, pertenecer al mismo “pattern” de la búsqueda de la paja con
que construye su nido. Es como si el organismo estuviera guiado
holísticamente por una imagen del proceso íntegro a través de todos
los pasos de un acción concreta, aunque esa imagen de ninguna
manera pueda ser consciente.
El caso del hombre, mediante la evidencia manifestada por los
sueños y otras expresiones del inconsciente profundo, podemos ver
que los “pattern” se hallan realmente expresados en imágenes, y
muy a menudo son previstos o “anunciados” por imágenes que
indican por adelantado la Esencia – como en un diseño – de un largo
curso de acciones a desarrollarse.
En el caso de los animales no podemos inferir si se halla presente
algún contenido semejante a una imagen, pero en principio, el
sentido de todo patrón de conducta se halla contenido en una imagen
Los arquetipos enunciados por Carl G. Jung: su conciliación filosófica y científica 43
latente, una “proto-imagen” y todo instinto lleva en sus estructura la
impresión–diseño de la situación íntegra, orgánica y ambiental, el
objetivo y los medios para lograrlo. Por ejemplo, “el instinto de la
hormiga cortadora se realiza en concordancia con la imagen del
árbol, de la hoja, del corte del transporte y del pequeño jardín de
hongos. Si una de estas condiciones falta, el instinto no funciona,
pues no puede existir sin su patrón total, sin su imagen tal es un tipo
de naturaleza apriorística. Es innato en la hormiga, previo a toda
actividad, pues la actividad sólo puede tener lugar si un instinto de
patrón correspondiente configurado da ocasión y posibilidad para
ello”. (4)
El hombre como ser viviente sólo puede actuar dentro de un contexto
formal específicamente humano, y realizar su patrón de conducta
esencial. El hecho de cada instinto exprese una imagen rectora se ve
mucho más claramente en los seres humanos que en los animales.
Las actividades psíquicas del hombre revelan esas imágenes en los
sueños, las fantasías y los mitos. Hasta en los sucesos históricos
vamos a los individuos desplegar patrones de conducta de cuyo
sentido no tienen la más mínima consciencia. Expresan meramente
una imagen latente en su naturaleza que se ven obligados a cumplir
en sus actos manifiestos. La humanidad repite situaciones históricas,
sociales y psíquicas, cumple con ciertos rituales mágicos y religiosos
que poseen caracteres formales estereotipados y constrictivos sin
tener consciencia de las urdimbres invisibles que rigen su conducta.
Simplemente se repiten las acciones cuyas raíces son inconscientes
y la fuente de energía que impulsa tal tendencia se encuentra en su
nivel muy profundo, muy alejado del ego consciente. Ciertos
comportamientos son partes del “pattern” que la vida le impone, tal