Page 82 - Revista Amanecer Online AGO/SEP 2022
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      hasta  casi  dos  meses  después  de  iniciado.  Fui  alertada
      personalmente de este hecho cuando concurrí a la Biblioteca del

      Congreso con la finalidad de obtener datos al respecto. Al revisar las
      publicaciones diarias que el periódico había realizado a partir del mes
      de  enero  de  1871  y  que  me  fueron  ofrecidas  a  través  de  un
      microfilm, casi al borde de la desilusión y a punto de abandonar la
      empresa, me sorprendió un interesante artículo, fechado en el mes
      de  febrero  de  1871.  A  él  voy  a  referirme,  brevemente,  por  lo

      interesante que me resultó la interpretación que “un ilustrado e
      inteligente  redactor,  basado  en  sabios  conceptos  vertidos  por
      médicos de Francia y de La Habana” hizo con respecto al mentado
      mal. Este columnista describió la aparición de la enfermedad como

      un ”fantasma aterrador que todos sufren, y que ninguno lo ve llegar”.               Porque aunque desconocían el virus – descubierto años más tarde -

      Los profesionales más encumbrados de la época responsabilizaban,                    -- responsable de la enfermedad, y el transporte que de él realizaba
      como  origen  del  mal,  a  las  sucias  aguas  del  riachuelo,                     el mosquito, hablaban de insectos y del riachuelo denominándolo
      transformándolas en epicentro del desastre. Así lo manifestaban: “La                “cráter encubierto, foco perenne de gases zoofíticos y venenosos”,
      fiebre amarilla es engendrada por las emanaciones que son más                       comparándolo con “las orillas del Ganges en la India.”

      animales que vegetales en esos países de América. En esas aguas
      hay  una  cantidad  totalmente  prodigiosa  de  insectos,  pescados,                No obstante, la Gran Epidemia, como la llamaron la mayoría de los
      reptiles, cuyo alimento es obtenido en los pantanos, donde viven, de                médicos de la época, fue poco estudiada y por lo tanto mal conocida,
      lo que resultan gases de una virulencia extraordinaria. Estos gases,                a excepción de algunos episodios que, por fugaces e incompletos, no
      favorecidos en su origen por las altas temperaturas, absorbidos por                 pasaron de ser anecdóticos.
      individuos de una constitución sanguínea y entregados a los excesos

      de la mesa, constituyen la predisposición a la fiebre amarilla.”                    Tomando en cuenta a uno de los escasos y más importante de los

      Resulta  interesante  conocer  la  manera  con  que  las  diferentes                testimonios de esta Gran Epidemia, me referiré al artículo sobre el
      opiniones  iban  gestando  un  pensamiento  científico  destinado  a                tema escrito por Mardoqueo Navarro quien, en forma de diario, dio a
      descubrir los orígenes del mal, por otra parte, nada desacertado.                   conocer en aquella época la magnitud del desastre. El artículo fue
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