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AMANECERONLINE El último intento 57
¡Qué lugar tan hermoso! Una sonrisa se dibujó en los labios del -…
hombre mientras se arrojaba al agua y nadaba henchido de
alegría… Se propuso con gozo y entusiasmo: “¡Voy a llegar hasta la -“Lo encontré ahí, sobre el banco, parece que hace horas que está
otra orilla!” y comenzó la tenaz travesía. Pero el mar comenzó a muerto”.
encresparse, las olas aumentaron su tamaño y poderío. De pronto, se
sintió arrastrado por esa fuerza colosal y, aunque estuvo a punto de -Dijo el guardia a manera de escueto comentario.
ahogarse varias veces, al final, sin que tuviese noción del paso del
tiempo, el mar lo proyectó hasta la orilla opuesta. -“Si, parece que la helada de anoche fue fatal. Se murió de frío”.
Confuso y algo mareado oyó los gritos de júbilo de los bañistas de la -Confirmó el otro, que recién llegaba.
otra orilla que lo recibieron con aplausos y lo alzaron de la playa para
depositarlo sobre la seca y cálida arena, al tiempo que lo felicitaban Muy pronto, el lugar se llenó de curiosos que venían a ver al
por la proeza. vagabundo muerto. Sólo algunos advirtieron la mueca victoriosa de
su boca helada. Las palomas picoteaban su rutina matinal en la
¡Lo había logrado! vereda imperturbable de la plaza.