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AMANECERONLINE Fin de fiesta 61
psicopáticos, peronistas-kirchneristas, peronistas-menemistas,
peronistas-peronistas, de alianzas donde jamás late un corazón...
Y, la inseguridad de los ciudadanos reglamentados y reprimidos en
su afán de tener una existencia digna de ser experimentada… La
justicia de la mano del poder, la ignorancia, la compra de aplausos
faranduleros, la mediocridad reinante, el asesinato, la mentira cual
norma de comportamiento retórico, la incapacidad, la corruptela,
seguirán siendo el flagelo de una comunidad temerosa y sin
destino… De un tiempo y un pueblo que han dejado de ser en
absoluto a mis ojos y sentir, en el más estricto sentido ontológico…
Sujetos que “han dejado de ser y vivir de este lado del mundo”… No
los percibo como habitantes de esta tierra, más bien son parte del
magnífico ensayo del gran Adolfo Bioy Casares: “La Invención de
Morel”.
Soy de aquellos para los que la verdad de este mundo es la vida con
amor: de aquellos que han elegido “ser”, silenciados y amenazados, ladrón-estafador lo honran con discurso 'chamullado' en jerga
obrando contra viento y marea, decididos a permanecer en estado de ‘cockney’.
constante resistencia al poder de los trogloditas ignorantes que, en la
"timba de la vida", no se apartan de la "milonga del curro" suceda lo Y si a pesar de todo se elige vivir (o sobrevivir), se detesta la cobardía
que suceda, y hacer siempre “como si” las mañanas que cantan de la gente, clavándola en un papel como un insecto, al menos nos
fueran realmente mañanas… alejamos del conformismo, modo de vida de pueblos condenados al
espacio donde reina el destripe, pues es peligroso dar prueba de
Los apocalipsis cotidianos, que nos presenta la denominada amor, de dignidad y de valor.
civilización occidental, formidable revelación de la inmundicia
burguesa camuflada tras la hipocresía de humanitarismo, que desvía
la mirada de las multitudes temerosas, que aplauden la ignominia Estar inspirado no modifica la proa de mi escritura, simplemente
exhibo otros aspectos del “Sistema infecto”, como la niñez sometida
cotidiana, donde se vive de "prepo", se cayó la estantería y al
al rigor de las denominadas “buenas costumbres”, arrastrada sobre