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AMANECERONLINE Apuntes para una historia del Gral. Justo José de Urquiza y el Palacio San José 51

El naturalista Eduardo Holmberg le proporcionó ejemplares exóticos y
asesoramiento. También el general se apersonaba en la quinta de

Gregorio Lezama, comerciante agropecuario, para comprar especies
vegetales productivas y exóticas. Acudió al médico y naturalista Aimé
Bonpland cuando su ejército se encontraba afectado por una
epidemia de disentería. Bonpland le aconsejó el uso de la granadilla,
con lo cual logró salvar a sus hombres. De ahí en más nació una
amistad sostenida por una nutrida correspondencia.

La vegetación es la esencia del diseño de los parques. El ornato de
los jardines se complementa con dos grandes pajareras construidas
en finos herrajes y mármoles de Carrara, llenas de multicolores
pájaros cantores.

Detrás de la mansión, Urquiza mandó construir un gran lago artificial

que más tarde fue surcado por cisnes y diferentes aves de la zona.
Los parques, jardines y el lago fueron para Urquiza un modo de
integrar la estética edilicia con la Naturaleza.
En 1864, cuando la República Oriental del Uruguay necesitó su ayuda
Urquiza fue presidente de la Confederación entre 1854 y 1860, y el pueblo se aprestaba a darla, Urquiza se niega a intervenir
convirtiéndose así en el primer presidente constitucional de la argumentando la neutralidad de Argentina.
Argentina. Había logrado ser un caudillo por el que se profesaba

admiración y un real afecto por el pueblo entrerriano. Luego de la Seis años más tarde, en la atmósfera flotaba la idea del asesinato de
Batalla de Pavón (1861) la estrella de Urquiza comenzó a eclipsar. Su Urquiza. Sarmiento en su famosa carta a Mitre, dice: “No deje
negativa a apoyar los levantamientos federales de los montoneros cicatrizar la herida de Pavón. Urquiza debe desaparecer de la escena,
Chacho Peñaloza y Felipe Varela contra la política del puerto de cueste lo que cueste”.
Buenos Aires, no hicieron más que desprestigiarlo. De ser un caudillo

indiscutido y amado, pasó a ser el que se acata por obligación. Ni
unitario ni federal, es visto por el pueblo entrerriano como un Ya en 1863, el escritor y maestro masón José Hernández, en su
mercader de sangre. opúsculo Vida del Chacho, había escrito palabras que serían