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AMANECERONLINE Animales en los laboratorios, en el mito y la Literatura 45
de las estrellas del manga japonés y al inefable Pichichus de la
historieta vernácula y una lista extensísima sobre la que se puede
ahondar, la literatura despliega un amplio abanico de otros animales
que hablan o de los que se habla.
Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach, quiere hacer otras cosas,
distintas a lo que hacen las demás. Volar diferente, hacer piruetas,
ser libre, aunque eso no lo toleran las otras gaviotas. Sufre un
percance, lo castigan por su desobediencia, pero Juan sigue
adelante y traza su propio rumbo, como hacen aquéllos que
tropiezan, caen, no se dan por vencidos y siguen avanzando.
Nuevamente José Saramago en El viaje del elefante una novela
ambientada en el siglo XVI, nos hace viajar por distintos lugares de
Europa junto a un paquidermo llamado Salomón, obsequio de Juan III
de Portugal para Maximiliano de Austria.
También hizo protagonistas de numerosos cuentos a otros, a veces
dóciles y otras, no tanto.
“Los animales enloquecen de cólera” está situado en el año dos mil habiendo adquirido el hábito de luchar, de mansa se volvió brava, y
novecientos sesenta y ocho. Comienza con la primera rebeldía de un como nadie entendía qué le sucedía, fue sacrificada por los mismos
potro saliendo de la pradera, atravesando las carreteras e incitando a que la habían salvado.
los otros animales a sublevarse. Los hombres, extrañados al
principio, asustados después, ensayan todo tipo de inútiles Mejor suerte parece tener “El lagarto”, “un animal soberbio” que
estrategias ante el avance incontrolable. Y el último hombre, invadido apareció en el Chiado, barrio de Lisboa,”, a punto de ser ultimado, y
por voraces hormigas “podrá pensar que muere por salvar a la que “por intercesión de las hadas” se transformó primero en una
Humanidad […] Y será la primera vez que tal cosa ocurre.” (p. 115). rosa roja, luego blanca, finalmente sus pétalos mutaron en plumas y
“El apólogo de la vaca luchadora” relata la aventura de una res que “alzó el vuelo hacia el cielo azul”. (p.254)
se sostuvo doce días y doce noches sitiada por los lobos en el monte,
defendiendo a su cría, hasta ser rescatada por los aldeanos. Pero Coloquemos un broche cariñoso con “Las pequeñas memorias” en