Page 67 - Revista Amanecer Online AGO/SEP 2022

AMANECERONLINE El genio del bigote ardiente 65

ser “un hombre bueno diestro con la palabra”.

Mi hermano mayor, obsesivo como todos nosotros, me llevaba al
cine y me hablaba de Chaplin. Eternamente perseguido por la policía,

era todo un símbolo de lo que representaba el orden. Chaplin supo
contradecir el sueño americano y describir lo miserable y la miseria
de los buscadores de oro. En la agudeza de su mirada el mundo
poético. “En este mundo hay lugar para todos”, suelta el barbero
judío como un mensaje de fraternidad en El gran dictador. La

comedia burlesca me sigue apasionando. Como el recuerdo de
aquellas tardes en el cine de barrio. En este agosto mi hijo Emiliano -
el cineasta no Lisandro, el actor - dará un ciclo sobre Panahi, Panahi
Libre.

Ahora, son mis nietos los que me guían con sus fantasías, sus

el Times eligió a Putin “hombre del año 2007”. Y ahora se viene la ensueños, sus juegos. Lo lúdico nos acompaña, nos persigue, nos
Copa Mundial Qatar 2022. Y desaparecen los genocidios y la mano guía. Y otra vez escuchamos la voz de los mayores, digo, de lo
pegada a la cartuchera, a lo Wayne. Sí, eso ocurrió hace tiempo. Pero clásico, de lo eterno. Nos siguen hablando de lo estético, de la virtud,
todo vuelve, como Francisco con sus glosas evangélicas, la historia del destino.

de la Universidad Católica de Tegucigalpa, los fondos de inversión en Estimado lector, una vez más mi amado Boileau: “Todos los hombres
Londres, el Banco del Espíritu Santo o la pedofilia eclesiástica. Política están locos y, pese a sus cuidados, sólo se diferencias en que unos
y moral. Así sea. están más locos que otros”. Nos estamos viendo.

Tanto en Quintiliano como en Cicerón la oratoria tenía un ideal, era
alguien que enseña la virtud y trabaja por el bien del país. Había un
interés humanista en sus teorías estilísticas. Erasmo, lo mismo que
otros de su tiempo preocupados por la educación, utiliza la obra de
Quintiliano como modelo de formar al hombre en la sabiduría y la

virtud. La expresión que utiliza Quintiliano es la que el orador ha de